Un kazoo no es un instrumento de viento en el sentido convencional, sino que pertenece al grupo de los membranófonos. No se sopla, sino que se canta, como en la antigua técnica del peine. Se canta contra una membrana que distorsiona el sonido con sus vibraciones. El tono depende exclusivamente de la nota que se le cante. En los años 20, ya había orquestas de kazoo. En aquella época, el instrumento también se utilizaba como instrumento melódico, pero hoy en día el kazoo es más bien un instrumento de efectos.

Los kazoos se fabrican con distintos materiales. Cada material tiene sus propias características sonoras; los kazoos de metal suenan más brillantes y estables que la versión de plástico, más barata.